La heredera Kitsune


                                                        SINOPSIS
Lena es una ladrona de secretos, solo con un roce puede descubrir todos los que oculta una persona. Pero ¿qué pasaría si un día comprendes el alcance de los actos y decides huir, llevándote el mayor de los tesoros contigo? Recorrerías países, cambiarías de nombre, ocultarías tu historia… Pero, sobre todo, jamás te enamorarías. Aunque sepas que ese hombre es tu destino. No puedes quedarte. Aunque sea lo único que desees. Porque el cuervo ha enviado a sus esbirros a por ti. Porque todavía ves las plumas rojas de tu perseguidor incansable y, a tu alrededor, todos son una amenaza.
¿Será Lena capaz de confiar en el Subinspector de Scotland Yard que ha prometido protegerla?


RESEÑA
La heredera Kitsune de la autora Natalia Sánchez Diana (y publicada por Grupo Amanecer) narra la historia de su gran protagonista, Lena, una mujer muy particular que posee un don difícil de manejar: puede conocer cualquier secreto de una persona solo con tocarla o tocar algún objeto que le pertenezca. Por culpa de esta peculiar habilidad, Lena se ve obligada a huir de su país de origen, Japón, y de su propio padre, quien la obliga a utilizar su don en beneficio propio. Nuestra protagonista está acostumbrada a vivir siempre sola, viajando de un lugar a otro sin llegar a echar raíces en ningún sitio pues el peligro la acompaña allá donde va. Pero, por si su vida ya no era lo bastante difícil, aparecen en escena dos hombres que lo complicarán todo un poco más. ¿Puede Lena permitirse soñar con una vida y un futuro que le han sido vetados?
En mi opinión este libro es tanto de trama como de personajes, así que para organizar un poco la reseña voy a comenzar comentando el primer punto.
Natalia Sánchez nos presenta una historia compleja y repleta de secretos. Una de las cosas que más gustan de esta novela es la manera en que está dosificada la información. Todo comienza con una leyenda o cuento metafórico que se va desentrañando capítulo a capítulo hasta que llegamos a comprenderlo por completo, ya que esa leyenda no es otra cosa que la historia y la vida de Lena.
“No podía huir de quién era. De qué era. El monstruo que intentaba dejar atrás no solo aparecía en sus sueños, también lo hacía en su vida cotidiana”.
Es un libro que engancha de principio a fin, pues el final de todos los capítulos terminan con intriga y no puedes evitar pensar “Venga, un capítulo más” hasta que has llegado al final de la obra casi sin darte cuenta. Siempre hay algún secreto escondido que te incita a continuar con la lectura.
Por otra parte, el lenguaje es muy cuidado y las descripciones son maravillosas, tanto de los lugares como de las emociones y los personajes. Se trata de uno de esos libros en los que de verdad tienes la sensación de que ves lo que están leyendo. Es muy fácil visualizar todos los detalles a través de las descripciones que nos ofrece Natalia.
“Pero lo que en él resultaba hermoso y terriblemente conmovedor eran sus ojos. Tenían la tonalidad verde de las uvas, estaban enmarcados por unas larguísimas pestañas, y parecían tristes y atormentados”.
Respecto a los personajes voy a centrarme especialmente en los cuatro que, bajo mi punto de vista, son los que tienen mayor peso en la historia.
De Lena ya he hablado a lo largo de la reseña. Lo que más me gusta de este personaje es su fuerza interior y su capacidad para seguir adelante, a pesar de todas las dificultades que se le presentan. Es una mujer luchadora, pero llena de miedos y cicatrices. Lena considera que su don no es más que una maldición de la cual no dudaría en desprenderse. A lo largo de la novela vamos descubriendo pedacitos de su pasado y de su vida que nos ayudan a comprender los temores de la protagonista y a empatizar con ella.
Dallas es el otro gran protagonista de la historia. Es “el chico bueno”, un Subinspector de Scotland Yard que tiene el honor como lema. Es buena persona y siempre hace lo que se considera correcto. Sin embargo, no todo es ideal, pues Dallas también esconde sus propios secretos y lucha contra sus demonios interiores. Ha cometido errores en su vida y debe aprender a lidiar con ellos para poder seguir adelante. Su destino cambia cuando conoce a Lena y encuentra una nueva razón para seguir adelante. Creo que es imposible no encariñarse con este personaje, pues tiene un corazón de oro y acabas deseando que las cosas le salgan bien.
El tercer personaje que voy a comentar es Killian (y no esperéis que sea objetiva con él, lo siento). Killian es un mercenario que aparece aproximadamente a la mitad del libro y está basado en uno de mis personajes favoritos de ficción: Killian Jones de la serie Once Upon a Time. Se trata del “chico malo”, pero no el más malo de esta historia. Killian también guarda secretos, pero en esta ocasión Lena no podrá descubrirlos con facilidad pues el chico es inmune a su don, es decir, nuestra protagonista no puede descubrir sus secretos al tocarlo. Tendrá que ser él mismo quién poco a poco vaya dejando caer sus barreras y mostrando su corazón para desvelar que en realidad no es tan malo como parecía en un principio. Lo cual no significa que no haya cometido atrocidades en el pasado.
Me resulta muy difícil ser objetiva con Killian porque ya lo amaba antes de leer el libro, a causa del personaje en el que se basa, y fue una de las principales razones por la que decidí comprar el libro. Por una parte, me encanta como la escritora ha logrado reflejar a la perfección el físico y la personalidad de Killian Jones (con otro apellido, otra historia, otro papel, etc., pero la esencia del personaje permanece a la perfección); y por otra parte, me gusta mucho su evolución y su transición de “villano” a héroe. Podría estar horas hablando sobre él, pero dejaré que lo conozcáis por vuestra cuenta.
El último lugar, cabe destacar al Cuervo Rojo, aunque no quiero desvelar demasiadas cosas sobre él, ya que creo que es uno de los grandes misterios de la obra. Solo decir que lo considero el verdadero villano de la historia, junto al padre de Lena, y me parece increíble como Natalia consigue que empaticemos incluso con él. Un personaje al que, a simple vista, parece imposible tenerle una pizca de cariño. Confieso que llegué a sentir lástima por él.
En general, lo que más valoro de todos los personajes es que tienen luces y sombras, no son planos y evolucionan a lo largo de la obra. Todos tienen secretos, han cometido errores y la forma en la que los gestionen será decisiva para el futuro de cada uno de ellos.
Para concluir, quiero mencionar las referencias que hay a lo largo de la obra a Japón y la mitología japonesa. Sin duda las he disfrutado mucho y espero que en la segunda parte pueda aprender más cosas sobre este país, sus historias y costumbres.
Si os gusta la novela romántica no dudéis en leer este libro. Yo lo devoré en dos días y estoy deseando tener ya la segunda parte para saber cómo continúa la historia de Lena, Dallas y Killian (Soy una pesada con Natalia porque NECESITO saber más cosas). Eso sí, no os olvidéis de comprar pañuelos pues os aseguro que hay más de una escena que os emocionará. Personalmente estoy muy contenta de que esta historia haya visto la luz porque es preciosa.

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